Biocombustibles. Energías renovables. Desarrollo sostenible. Durante las últimas décadas se habla constantemente de alternativas para disminuir nuestra acusada dependencia de las energías no renovables para preservar nuestro planeta. Es difícil, por supuesto. La comunidad científica lleva años intentando identificar, desarrollar y facilitar el uso de diferentes tipos de biocombustibles y otras fuentes de energías renovables para potenciar su uso a mayor escala.

Un grupo de investigadores ha demostrado recientemente cómo se pueden obtener biocombustibles más baratos provenientes de la madera. Utilizando la ingenería genética como herramienta, han logrado crear árboles con un menor contenido en lignina. La lignina es un polímero natural muy resistente que forma parte de la estructura de las plantas y cuya disolución para crear biocombustibles es un proceso largo y costoso que incluye el uso de sustancias químicas y altas temperaturas. Por esta razón, existen reticencias a la hora de utilizar este producto para crear biocombustibles.

Gracias a esta nueva estrategia en la producción de árboles, la lignina se puede disolver de una manera más fácil para crear posteriormente biocombustibles, pulpa, o papel. Estos resultados son preliminares y podría llevar años conseguir las licencias pertinentes para la producción de estas plantas. Por ejemplo, una compañía está intentando producir alfalta con este tipo de lignina.